¿Cómo surgió la idea de recorrer la costa africana en un camión?
Julián “En el primer viaje que hicimos (2010), cuando estábamos bajando de Estados Unidos hasta Argentina, pensamos ‘¡Tenemos que hacer esto en África!’”.
Joaquín: “Salimos de Malibú y estábamos en el medio del desierto de Baja California, pensando que no habíamos hecho ni un mes de viaje, e imaginando cosas, como cuando tenés 20 años. No habíamos llegado a casa y ya queríamos irnos a África. Siete años más tarde lo materializamos”.
Julián: “Cuando llegamos a Argentina nos dimos cuenta de que, uno, no conocíamos mucho de la costa de nuestro propio país y, dos, que para ir a África solo teníamos las ganas. Así que empezamos con un par de proyectos en Argentina y en Chile, y en 2017 emprendimos el viaje a África”.
Y además de las ganas, ¿Qué necesitaban para emprender un viaje de este nivel de exigencia?
Joaquín: “El camión. Y cuando no tenés idea de camiones ¡Es muy difícil decidir desde dónde arrancar! No podés hacer África con una camioneta. Necesitás un espacio grande, pero tampoco gigante; ni tan nuevo, ni tan viejo; buscar el equilibrio entre precio, calidad, funcionalidad, robustez y credibilidad”.
Julián: “Un UNIMOG nuevo no estaba dentro del presupuesto del viaje y, dando vueltas por Internet, dimos con un concesionario en el norte de España. Vinimos a verlo y nos encantó”.
Joaquín: “Antonio, un gran amigo nuestro con mucha experiencia en camiones, lo fue a ver y nos dijo ‘Está bueno el camión, ¡cómprenlo!’”
Pero en vidas pasadas, vuestro UNIMOG fue una ambulancia, ¿Cómo fue el proceso de camperizarlo para la expedición?
Julián: “Primero tuvimos que desarmarlo. Sacamos los hierros de las antiguas camas de la ambulancia, ¡cada una pesaba 200 kg! (...) tardamos un mes en montarlo”.
¿Seguisteis algún calendario con fechas estimadas para cada fase de la expedición?
Joaquín: “Había algo. En febrero salíamos, por la temporada de olas y la producción. En Marruecos surfeas, más o menos, de octubre a marzo o abril, por la marejada del norte. Ahora (julio 2022), si vas a Marruecos, no hay olas. No tenía sentido arrancar el viaje después de febrero”.
Julián: “Inclusive, si perdíamos la temporada de olas, puede que hubiéramos tenido que esperar hasta el siguiente año”.
¿Tenéis alguna anécdota con UNIMOG que nunca olvidaréis?
Julián: “En Nigeria, estábamos con el camión, arriba de un barco que podía haberse hundido con todo: los equipos, la computadora, los discos rígidos, todo el proyecto entero se podían ir al agua”.
Joaquín: “Teníamos todo puesto en bolsas, con documentos, comida,... cosa que, si se hundía, poder guardar algo de nuestro material si el camión se iba para abajo, al Golfo de Guinea”.